jueves, 4 de junio de 2009

La cimarra* diaria de los diputados chilenos

Dos artículos sobre el reportaje de Informe especial acerca de la Cámara de diputados.
CÁMARA DE DIPUTADOS: LA POLÍTICA ESTÁ FLOJA
Por Jorge Gómez Arismendi.
El programa Informe Especial dejó al descubierto un mito urbano entre los ciudadanos: los diputados lo que menos hacen es legislar.

Falsas asistencias; votaciones sin haber escuchado planteamientos; presencia en el hemiciclo de sólo 5 minutos y retorno a gran velocidad a Santiago; paseos a la plaza; lectura de diario mientras otros exponen; visitas a sitios de apuestas; marcaje de votos de otros no presentes; oficinas que no lo son y que son casas particulares.

Estas son algunas de las cosas que hacen cada día los diputados chilenos, en vez de estar cumpliendo con el principal cometido para el que fueron elegidos por la ciudadanía, legislar.

Y entendamos que legislar no es simplemente votar, es analizar por qué se vota, es entender qué se vota y para qué. Lo cierto es que la mayoría de los diputados no legisla.

Entonces ¿Qué hacen y para qué están entonces? ¿Se justifican las altas dietas y otras asignaciones económicas, para que estos altos funcionarios del Estado no hagan nada?

Ningún sector ni partido se salva. A pesar de que algunos se muestran ante los medios como defensores de la eficiencia y el compromiso político. Ninguno se salva. Excepto los independientes.

Ninguno se salva aunque den las explicaciones más irrisorias; digan que casas particulares son sus oficinas, mientras sus supuestos oficinistas dicen lo contrario (Julio Dittborn); o que digan que no puede votar porque no tienen el oficio, cuando en realidad estaban viendo fotos (Ramón Farías); o que digan que le gusta la actividad práctica para justificar que mientras se sesiona vayan a la Plaza a lustrarse los zapatos (Alinco). La lista de irregularidades es larga, muy larga. Y ninguno se salva.

Me pregunto si los ciudadanos, los electores a los que apelan estos políticos vieron el programa de ayer.

¿Habrán visto que diputados RN, PPD, PRSD, UDI sólo van a marcar, para luego irse raudos, en días en que deben sesionar? ¿Habrán visto que diputados de la Alianza y la Concertación votan por otros? ¿Habrán visto que otros no votan casi nunca (Darío Paya, Maximiano Errázuriz, Pablo Lorenzini?

La situación no reviste mayor análisis. La institucionalidad política en general –sobre todo el sistema binominal- que inhibe la competencia y excluye a los independientes, está generando serias y crecientes deficiencias en el poder legislativo.

Esto no se trata del compromiso o la moral de personas de un sector u otro, como algunos pretenden camuflar el problema de fondo para obtener dividendos electorales.

Lo cierto es que el compromiso y la moral de cualquier lado son frágiles y dudosos. Quedó más que demostrado. El problema es netamente institucional. De incentivos y castigos.

¿Se castigan con descuentos a las dietas parlamentarias, las inasistencias, las falsas asistencias, las faltas de quórum por no presencia? No, no existe ningún castigo para tales irregularidades. ¿Existe algún mecanismo mediante el cual rindan los dineros públicos que usan para viajes al extranjero, oficinas, asesores, etc? Tampoco.

Por lo tanto, tampoco existen incentivos para que asistan a todas las sesiones y cumplan con su trabajo. Excepto sus sueldos millonarios y otros “auto regalos” que se dan, incluso en tiempos de crisis. Sin embargo, muchos incluso encuentran que es poco. Quizás por eso hacen mal el trabajo. La ambición no tiene límites.

Si un funcionario público de grado menor falta a su trabajo, se le descuenta de su ya bajo sueldo ¿Por qué a estos altos funcionarios no se les aplica lo mismo si más encima fueron elegidos por los ciudadanos? ¿Dónde queda la igualdad ante la ley o la igualdad entre los trabajadores que muchos de estos diputados profesan?

Sin comentario al altanería para afrontar a la prensa. Olvidan que mal que mal, gracias a los ciudadanos que los eligen, ellos están ahí, pues sin el voto ciudadano, no podrían.

Reitero, el problema es institucional y los diputados no pretenden cambiar eso ni un ápice.

Ni el manoseado cambio, ni la oxigenación de la política, ni la alternancia mejorarán la actual mala calidad de la política. Menos de la mano de esta clase de políticos y partidos.

La única solución que visualizo en mi molestia, es que se vayan todos. Voto de censura a los diputados de Chile.

LA CÁMARA INDISCRETA DEL CONGRESO
Por Jorge Montecino.

¿Cuál es el tema de fondo en todo esto? Es necesario fiscalizar a los funcionarios públicos, cuya génesis del poder nace de la decisión ciudadana. Ello implica cautelar al máximo la transparencia, probidad y buenas prácticas.

En las encuestas de opinión, los congresistas chilenos aparecen como uno de los segmentos del país peor evaluados. La percepción de los encuestados fue ratificada en el reportaje de TVN, que muestra a los legisladores sobrepasando toda prudencia y sensatez en el ejercicio de su mandato.

Desde los atrasos a la llegada a la sesión legislativa, hasta la revisión de lo que ocurre con las carreras de caballo, se pueden observar con toda nitidez, mientras se legisla en materias del interés del país. Una de las más graves, resulta el votar un diputado (a) hasta dos o tres veces, marcando la preferencias de los demás colegas, que en algunas ocasiones simplemente ni se enteran que otro, ejerció su derecho a voto.

La lista de imprudencias es larga y extensa. Además, deja en cuestionamiento a todo el espectro político, sin distinción alguna. Sin embargo, llama la atención que se gasten recursos en oficinas públicas de atención ciudadana, inexistentes. Esto resulta grave y daña de manera irreparable, la relación –ya deteriorada- entre autoridades electas y sus electores.

¿Cuál es la reacción de los implicados en dichas prácticas? Resulta casi escandaloso, que frente a una realidad cuestionada y validada por los congresistas en el reportaje televisivo, se reaccione con la defensa corporativa y se cuestione la imparcialidad de lo mostrado. Nadie desconoce el aporte legislativo del Congreso Nacional. Sin embargo, eso no implica la justificación de malas prácticas y conductas inaceptable para personajes públicos, como los aludidos.

¿Cuál es el tema de fondo en todo esto? Es necesario fiscalizar a los funcionarios públicos, cuya génesis del poder nace de la decisión ciudadana. Los electores le han confiado no sólo la decisión política de representarlos, sino que también el ejercicio pleno del poder y ello implica cautelar al máximo la transparencia, probidad y buenas prácticas. De lo contrario, aparecen situaciones como por ejemplo, la equivocada reacción de un congresista, que ante una infracción de transito (exceso de velocidad), termina por ejercer su influencia, llamando a una alta autoridad de gobierno, y además solicitando represalias contra dos Carabineros. Este es el fondo del problema y no otro.

Cambios profundos en el ejercicio legislativo.

Todo hace indicar que es necesario provocar con toda rapidez, un cambio profundo en el ejercicio legislativo. La manera de organizar la Corporación, que reúne al Congreso Nacional, debe modernizarse y terminar con las acciones corporativas, que solo profundizan las malas prácticas y además, provocan en la ciudadanía, mayores niveles de rechazo, apatía y falta de interés por los asuntos públicos. Lo complejo en todo este cambio, es el desafío de autorregularse y asumir públicamente los errores y ello hasta el momento parece lejano en la Cámara de Diputados.

Respecto del programa de TVN, Informe Especial, los televidentes quedamos con la sensación que pudimos haber visto mayores niveles de cuestionamientos entre los insinuados, considerando el tiempo de investigación periodística. Es de esperar que en este caso, las presiones políticas y la censura no existiesen.
*Holgazanería
Ambos autores son cientistas políticos.

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